sábado, 18 de diciembre de 2010

Pequeña Reflexión...

Todo es alegría, en donde vamos, en donde andamos cotidianamente, ya se respira otro aire, pareciera que todos se preparan a recibir a una persona importante, la pregunta que me nace,  al ver todas esas cosas es la siguiente... ¿Será que todos esperamos a la misma persona? y,  ¿Será que si es la misma persona a quien esperamos todos,  se sentirá contento en nuestra casa, en nuestro hogar? te invito, a que por un momento dejes de pensar en todas las preparaciones materiales de tu hogar, de tu entorno, y a que te mires un poco más adentro. 


Vayas descubriendo el otro hogar que no muchas veces es distinguido, ya que hacemos muchas otras cosas que casi no nos damos cuenta de que existe... el niño que se acerca, que ya esta en camino, que es anunciado, y re anunciado en este tiempo, desea más bien morar en esa casa, tener el calor de eses hogar que es tu corazón, que es tu alma, el niño viene desnudo, como un recién nacido, que no nace con ropas ni nada de eso.. y el necesita calor, amor, será que al mirar nuestro corazón podremos hallar eso?.




Ojala empecemos a mirarnos adentro, y saber medir las cosas que vamos preparando, como en una balanza, con esto no deseo desprestigiar las labores, los pesebres, los adornos. Lo unico que deseo es que pongamos en una balanza, nuestras vidas, nuestras obras, y que ambas tengan la misma medida.




Jesús desea nacer en nuestros corazones, el desea que nosotros seamos buenos cristianos, que este ADVIENTO que estamos viviendo,  nos prepare a recibir a Jesús como el se merece, a barrer nuestros errores, dificultades, y a limpiar no solo el hogar,  sino el corazón, y que así podamos irradiar, en nuestros rostros, el verdadero sentido de conocer a Jesús,  y podamos repetir lo que nos dice los HECHOS DE LOS APÓSTOLES, " Lo que hemos visto, lo que hemos sentido y oído, no podemos guardarnos ni callarlo,  debemos anunciarlo" 


TE INVITO EN FIN A QUE SEAS TESTIGO DE LA ESPERANZA ...


Amín

viernes, 17 de diciembre de 2010

El Evangelio de hoy Mateo 1, 1-17





Genealogía de Jesucristo, hijo de David, hijo de Abraham: Abraham engendró a Isaac, Isaac a Jacob, Jacob a Judá y a sus hermanos; Judá engendró de Tamar a Fares y a Zará; Fares a Esrom, Esrom a Aram, Aram a Aminadab, Aminadab a Naasón; Naasón a Salmón, Salmón engendró de Rajab a Booz, Booz engendró de Rut a Obed, Obed a Jesé, y Jesé al rey David.

David engendró de la mujer de Urías a Salomón, Salomón a Roboam, Roboam a Abiá, Abiá a Asaf; Asaf a Josafat; Josafat a Joram; Joram a Ozías, Ozías a Joatam, Joatam a Acaz, Acaz a Ezequías, Ezequías a Manasés, Manasés a Amón, Amón a Josías, Josías engendró a Jeconías y a sus hermanos durante el destierro en Babilonia.

Después del destierro en Babilonia, Jeconías engendró a Salatiel, Salatiel a Zorobabel, Zorobabel a Abiud, Abiud a Eliaquim, Eliaquim a Azor, Azor a Sadoc, Sadoc a Aquim, Aquim a Eliud, Eliud a Eleazar, Eleazar a Matán, Matán a Jacob, y Jacob engendró a José, el esposo de María, de la cual nació Jesús, llamado el Cristo.

De modo que el total de generaciones, desde Abraham hasta David, es de catorce; desde David hasta la deportación a Babilonia, es de catorce, y desde la deportación a Babilonia hasta Cristo, es de catorce.




+ Reflexión 

San Mateo inicia su Evangelio con la Genealogía de Cristo para indicarnos que él es el Mesías anunciado desde Abraham y que es verdaderamente humano. Cada periodo de 14 generaciones nos presenta una etapa de la historia de la salvación en medio de la cual Dios fue construyendo esta misma historia. Dios se mete en nuestra historia de manera total, se hace hombre, se encarna para tomar parte de las realidades humanas (menos del pecado) y desde ahí proponer un estilo de vida. Jesús no fue una teoría sino una instrucción práctica del amor de Dios. Dios está en nuestra historia personal. El problema es que algunos no le permitimos actuar con libertad y por ello nuestra vida se complica. Dios no es una idea es una persona encarnada, por ello el cristianismo no es una filosofía sino un estilo de vida. Vivámoslo esta Navidad y siempre.


Permite que el amor de Dios llene hoy tu vida. Ábrele tu corazón.

Como María, todo por Jesús y para Jesús. 

martes, 14 de diciembre de 2010

El Evangelio de hoy Mateo 21, 28-32


En aquel tiempo, Jesús dijo a los sumos sacerdotes y a los ancianos 
del pueblo: "¿Qué opinan de esto? Un hombre que tenía dos hijos fue a 
ver al primero y le ordenó: 'Hijo, ve a trabajar hoy en la viña'. El 
le contestó: 'Ya voy, señor', pero no fue. El padre se dirigió al 
segundo y le dijo lo mismo. Este le respondió: 'No quiero ir', pero se 
arrepintió y fue. ¿Cuál de los dos hizo la voluntad de su padre?" 
Ellos le respondieron: "El segundo". Entonces Jesús les dijo: "Yo les 
aseguro que los publicanos y las prostitutas se les han adelantado en 
el camino del Reino de Dios. Porque vino a ustedes Juan, predicó el 
camino de la justicia y no le creyeron; en cambio, los publicanos y 
las prostitutas sí le creyeron; ustedes, ni siquiera después de haber 
visto, se han arrepentido ni han creído en él".



+ Reflexión
Hay un dicho mexicano que dice, que el camino al infierno está 
empedrado de buenas intenciones. Con este evangelio, y al acercarnos 
cada vez más a la Navidad, Jesús nos recuerda que no basta decir 
"Señor, Señor", sino hacer la voluntad del Padre. Creer en Jesús 
implica responder a las exigencias del Evangelio. Asistir a misa, 
rezar, confesarse es algo muy bueno, pero no agota la existencia 
cristiana. Decirle a Jesús que "Si", implica COMPROMETERSE a hacer lo 
que Dios nos pide, aunque esto, como en María, no sea siempre fácil. 
Por ello no basta leer la Biblia?. Es necesario poner todo nuestro 
esfuerzo en hacerla vida; Dios hará el resto.



Permite que el amor de Dios llene hoy tu vida. Ábrele tu corazón.
Como María, todo por Jesús y para Jesús.

lunes, 13 de diciembre de 2010

El Evangelio de hoy Mateo 21, 23-27


En aquellos días, mientras Jesús enseñaba en el templo, se le 
acercaron los sumos sacerdotes y los ancianos del pueblo y le 
preguntaron: "¿Con qué derecho haces todas estas cosas? ¿Quién te ha 
dado semejante autoridad?"

Jesús les respondió: "Yo también les voy hacer una pregunta, y si me 
la responden, les diré con qué autoridad hago lo que hago: ¿De dónde 
venía el bautismo de Juan, del cielo o de la tierra?"

Ellos pensaron para sus adentros: "Si decimos que del cielo, él nos va 
a decir: 'Entonces, ¿por qué no le creyeron?' Si decimos que de los 
hombres, se nos va a echar encima el pueblo, porque todos tienen a 
Juan por un profeta". Entonces respondieron: "No lo sabemos".

Jesús les replicó: "Pues tampoco yo les digo con qué autoridad hago lo 
que hago".

+ Reflexión
Jesús en este evangelio nos muestra que no es la sabiduría de los 
hombres la que vence, sino el auxilio del Espíritu Santo. Algunas 
veces tenemos temor de enfrentar críticas de nuestros compañeros de 
trabajo, o salir en defensa cuando se ataca a la Iglesia, los 
sacramentos, la vida Espiritual, etc. Recordemos que Jesús prometió la 
asistencia en los momentos dificiles en los que se pone en juego 
nuestra vida cristiana o la verdad. Aprendamos a confiar en la acción 
de Dios en todo momento, siendo auténticos en nuestro testimonio 
cristiano. Dios estará siempre con nosotros.


Permite que el amor de Dios llene hoy tu vida. Ábrele tu corazón.
Como María, todo por Jesús y para Jesús.

domingo, 12 de diciembre de 2010

Evangelio del Día - Evangelio según San Mateo 21,23-27. III SEMANA DE ADVIENTO, GAUDETE (ALEGRÍA)

Jesús entró en el Templo y, mientras enseñaba, se le acercaron los sumos sacerdotes y los ancianos del pueblo, para decirle: "¿Con qué autoridad haces estas cosas? ¿Y quién te ha dado esa autoridad?". Jesús les respondió: "Yo también quiero hacerles una sola pregunta. Si me responden, les diré con qué autoridad hago estas cosas. ¿De dónde venía el bautismo de Juan? ¿Del cielo o de los hombres?". Ellos se hacían este razonamiento: "Si respondemos: 'Del cielo', él nos dirá: 'Entonces, ¿por qué no creyeron en él?'. Y si decimos: 'De los hombres', debemos temer a la multitud, porque todos consideran a Juan un profeta". Por eso respondieron a Jesús: "No sabemos". El, por su parte, les respondió: "Entonces yo tampoco les diré con qué autoridad hago esto". 




COMENTARIO : 

San Agustín (354-430), obispo de Hipona (África del Norte) y doctor de la Iglesia 
Sermón 288 

«Jesús se presentó a Juan para que lo bautizara... Juan le dijo: '¡Soy yo el que necesita que tú me bautices!'» (Mt 3,13-14)


     «Muchos profetas y justos desearon ver lo que vosotros veis y no lo vieron» (Mt 13,17). En efecto, estos santos personajes, llenos del Espíritu de Dios para anunciar la venida de Cristo, deseaban ardientemente, si era posible, gozar de su presencia en la tierra. Es por este motivo que Dios aplazaba la hora de retirar a Simeón de este mundo. Quería que pudiera contemplar, bajo la forma de un recién nacido, a aquel por quien el mundo fue creado (Lc 2,25s)... Simeón, pues, lo vio pero con rasgos de niño. Juan, por el contrario, lo vio cuando ya enseñaba y escogía a sus discípulos. ¿Dónde? En las orillas del río Jordán... 

     Vemos aquí un símbolo y un enfoque del bautismo de Jesucristo, en este bautismo de preparación que le abría el camino, según las palabras de Juan: «Preparad los caminos del Señor, allanad sus senderos» (Mt 3,3). El mismo Señor quiso ser bautizado por su siervo para hacer comprender a los que reciben el bautismo del Señor, la gracia que se les otorga. Es entonces que comienza su reino, como para que se cumpla esta profecía: «Que domine de mar a mar, del Gran Río hasta el confín de la tierra» (Sl 71,8). En las orillas del río donde comienza esta dominación de Cristo, Juan vio al Salvador; lo vio, lo reconoció y dio testimonio de él. Juan se humilló ante la grandeza divina, para merecer que su humildad fuera levantada por esta grandeza. Se declara el amigo del Esposo (Jn 3,29), y ¿qué amigo? ¿Es un amigo que se considera un igual a su amigo? Lejos de él este pensamiento. ¿A qué distancia se coloca? «Yo no merezco, dice, agacharme para desatarle las correas de sus sandalias» (Mc 1,7).

13.XII.2010 FIESTA DE SANTA LUCIA


Santa Lucía

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A Santa Lucía se le ha representado frecuentemente con dos ojos, porque según una antigua tradición, a la santa le habrían arrancado los ojos por proclamar firmemente su fe.

Nació y murió en Siracusa, ciudad de Italia, y gracias a sus múltiples virtudes entre las que se destaca la sencillez, la humildad y la honradez, el Papa San Gregorio en el siglo VI puso su nombre a dos conventos femeninos que él fundó.

Según la tradición, cuando la santa era muy niña hizo a Dios el voto de permanecer siempre pura y virgen, pero cuando llegó a la juventud quiso su madre (que era viuda), casarla con un joven pagano. Lucía finalmente obtuvo el permiso de no casarse, pero el joven pretendiente, rechazado, dispuso como venganza acusarla ante el gobernador de que la santa era cristiana, religión que estaba totalmente prohibido en esos tiempos de persecución. Santa Lucía fue llamada a juicio; fue atormentada para obligarla a adorar a dioses paganos, pero ella se mantuvo firme en su fe, para luego ser decapitada.







Oremos

Te pedimos, Señor, por intercesión de Santa Lucía, virgen y mártir, que llenes de luz y de gozo nuestros corazones, y que quienes hoy celebramos su martirio en la tierra lleguemos a contemplar con nuestros propios ojos tu gloria en el cielo. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo.


EVANGELIO San Mateo 11,2-11. La misión del Bautista